domingo, 20 de noviembre de 2011

El vuelo final del "Cuatro Vientos"

 
   Año 1933. Los pilotos Mariano Barberán y Joaquín Collar, despegan de Cuba rumbo a Méjico, a bordo del Breguet XIXGR de nombre "Cuatro Vientos". Tras dos horas y media de vuelo se pierde el contacto con ellos. Nunca más se volverá a saber nada de ellos. Pero esta historia comienza mucho antes.
   Mariano Barberán debía de haber sido el navegante del raid protagonizado por el "Plus Ultra", pero por una serie de problemas personales con un mando de su escuadrilla en la guerra de Marruecos, abandona el ejército, lo que le obliga a abandonar el proyecto del raid a Buenos Aires, muy a pesar suyo y de su amigo Ramón Franco. Nacido en Guadalajara en 1895, ingresa en el ejército en 1910, por donde pasa por numerosos destinos y realiza varios cursos relacionados con la aviación, incluido el de piloto. Tras el desembarco de Alhucemas, deja el arma de Aviación, al que regresará en 1927. Es en 1932 cuando desarrolla el proyecto del Raid entre Sevilla y Cuba sin escalas. Es su forma de sacarse la espinita de no haber podido finalizar su participación en  la hazaña del Plus Ultra.

    El aparato elegido para ralizar la travesía fue el Bréguet XIXGR o SuperBidón. Es la compañía española CASA, la que recibe el encargo de preparar el aparato, lo que supone un gran reto para sus ingenieros. El avión es prácticamente rediseñado por completo, con el objeto de dotarle de una autonomía muy superior. El motor elegido es un Hispano-Suiza de 12 cilindros y 650CV.
   Los depósitos del avión podían albergar hasta 5000 litros de combustible, además de otro depósito para aceite de 200 litros. La cabina cerrada, contenía la más completa instrumentación de navegación que un avión podía llevar en aquella época, aunque para ahorrar peso decidieron prescindir del equipo de radio.
   La tripulación la formarían el propio Barberán  como piloto navegante, el teniente Joaquín Collar, uno de los mejores pilotos de su época y finalmente el sargento Modesto Madariaga como mecánico en tierra y que se trasladó a Cuba por barco.
   El 10 de junio de 1933 , a las 4´40 de la mañana y  tras recorrer casi la totalidad de las pista, despega de Sevilla el "Cuatro Vientos", rumbo a Camagüey. Gracias a la exhaustiva preparación del vuelo llevada a cabo por Barberán, la navegación se realiza con una desviación mínima de la ruta proyectada, pasando por los puntos marcados: Madeira, San Juan de Puerto Rico, Guantánamo y finalmente Camagüey. Tras 7800 kilómetros recorridos  y algo menos de 40 horas de vuelo, aterriza en Camagüey el  Bréguet XIX, a las 15´39 hora local. Según Barberán, habían llegado con apenas 100 litros de combustible. El recibimiento del pueblo cubano fue apoteósico.
   El 11 de junio el avión es trasladado a La Habana, donde en el aeropuerto de Columbia les esperaban más de 10000 personas. La tripulación fue agasajada por el pueblo y las autoridades cubanas durante varios días.
   El 18 de junio mientras el avión es revisado y preparado para seguir viaje a Méjico, es detectada un fisura en el depósito, que decidieron que se podía arreglar.
   El día 20 de junio todo estaba preparado para iniciar la etapa que debía unir La Habana y la ciudad de Méjico, 1900 kilómetros en total, para los que cargaron 2000 litros de combustible. A las 5´55 de la mañana despegó el "Cuatro Vientos". El avión se adentró en tierras mejicanas a las 2 horas de vuelo aproximadamente. Es en este punto donde se produce la desaparición del avón. Tras varias horas esperando su llegada, las autoridades mejicanas, a las 20´00 horas encargan al Jefe del Estado Mayor  que comience la búsqueda del avión. Jamás fueron encontrados los restos del aparato o de los cuerpos y es aquí donde comienza su leyenda.
   




sábado, 12 de noviembre de 2011

La aventura del "Plus Ultra". Parte III

   El día 31 por la mañana, despega de nuevo el Plus Ultra, rumbo a Recife. Pasadas dos horas y veinte minutos de vuelo, la tripulación empezó a notar una fuerte vibración. Una hélice se había desiquilibrado, con lo que Franco tuvo que cortar ese motor. A consecuencia de la parada del motor, el hidro empezó a perder altura, por lo que Franco ordenó que debían aligerar peso, arrojando al mar gasolina, herramientas y víveres.
   Se redujo la velocidad a 90 Km/h, volando a 10 metros sobre el mar.Tras muchas dificultades y gracias a la habilidad de Ramón Franco, el aparato llegó finalmente a Recife, amarando en el puerto. El día 1 de febrero llegó a Recife el "Alsedo", con el material necesario para cambiar la hélice.
   La siguiente etapa comenzaría el 4 de febrero, en la que siguiendo la línea de la costa, debían recorrer más de 2100 kilómetros, en algo más de 12 horas, para llegar así a Río de Janeiro. Sobre las 17 el hidro amaró en Río, y tal fue el entusiasmo de los brasileños, que el aparato rodeado por numerosas embarcaciones, una de las cuales impactó contra el hidro provocándole algunos daños. En Río permanecieron cinco días, en los que además de recibir numerosos homenajes, tuvieron que cambiar otra vez la hélice posterior, aparte de lidiar con el incendio de un motor. Por otra parte, en Río no pudieron obtener gasolina de aviación y tuvieron que adquirir gasolina de automóvil, con un rendimiento mucho más pobre.
   El 9 de febrero, tras numerosos intentos de despegue provocados por el bajo octanaje de la gasolina, despegaba el Plus Ultra para realizar la sexta etapa, más corta de lo esperado, provocado por las numerosas intentonas de despegue. El destino de esta etapa es Montevideo, en lugar de Buenos Aires, que era el destino original y final. Tras 2060 kilómetros y unas 12 horas de vuelo, llegó a Montevideo finalmente el Plus Ultra.
  El 10 de febrero despegó el hidro para recorrer los 200 kilómetros que separan Montevideo de Buenos Aires, en los que se convirtió en la última etapa del raid. El recibimiento fue apoteósico. El Dornier Wal sobrevoló la capital argentina, para entrar finalmente en el puerto. El pueblo argentino estaba entusiasmado con la llegada del Plus Ultra.
   Tras una infinidad de homenajes y agasajos, la tripulación se preparó para el regreso, pero Primo de Rivera decidió que el hidro fuese entregado como un presente al pueblo argentino, algo que enfadó sobremanera a Ramón Franco.
   El 8 de marzo, a bordo de del buque de la armada argentina "Buenos Aires", llegaba a España la tripulación del Plus Ultra.